1. Información. Los padres de
hoy tenemos mucha información, a veces demasiada. Esta información, en
ocasiones apoya nuestras teorías y en otras las desbarata, añadiendo y muchas
veces con puntos de vista completamente contradictorios que hace que no sepamos
hacia dónde dirigirnos.
2. Inseguridad. Nos preocupa
sobremanera estar haciendo las cosas bien o todo lo contrario. Queremos estar
seguros de cada paso y cada movimiento porque nos rodea la sensación de que una
vez dado un paso, será difícil volver atrás.
3. Orientación. En algunos
momentos, necesitamos traducción. "Dudamos de todo", incluso después
de informarnos sobre el tema, aún no estamos seguros de qué estamos haciendo.
4. Empatía. Los sentimientos
del niño cuentan. Aún más, dirigen nuestros pasos. Esta es una característica
de la educación que choca con muchos de los modelos que hemos visto en casa.
5. Falta de tiempo. Tenemos en
la mente el constante peso de lo fugaz: la vida de nuestros hijos pasará rápido
y ¡ay de ti como no la hayas disfrutado porque no va a volver.
6. Obligaciones. La rutina,
las obligaciones y en muchos casos también la culpabilidad son el mayor castigo
y las grandes responsables de que no siempre podamos hacer las cosas que nos
gustan.
*se nos hace fácil
criticar a los padres de como se esta formando sus hijos o a que tiempo y
dedicación se les da, pero no los han preparado para ser educado para ser
“padres” no es sencillo realmente hay muchos factores de toda índole que interviene
en la formación por eso debemos estar consciente para ayudar correctamente y no
criticar.